Planeando desde dos miradas del mundo: El caso de la Planeación del Manejo en áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales traslapadas con Resguardos Indígenas en la Amazonia colombiana.
RESUMEN EJECUTIVO
Las áreas protegidas de carácter nacional en Colombia, pueden traslaparse parcial o totalmente con resguardos, figura de propiedad colectiva de la tierra para pueblos indígenas. Dicha situación, genera particularidades en el manejo, ya que esta confluencia, implica la presencia de dos autoridades en el territorio, Parques Nacionales Naturales como autoridad ambiental y la organización indígena como autoridad pública de carácter especial que le da autonomía en su jurisdicción. Esta confluencia territorial, trae consigo dos aspectos fundamentales que diferencian el manejo en estas áreas respecto de las tradicionales sin traslape. El primero es que los objetivos de conservación incorporan elementos culturales como parte de su razón de protección, y el segundo es que allí resulta imposible aplicar las restricciones al uso que se tienen en un área deshabitada pues irían en contra de los derechos territoriales, culturales y políticos que tienen los pueblos indígenas en su territorio.
Estas diferencias, generan particularidades en la forma de planear el manejo y de implementarlo en las áreas. El objetivo de este trabajo fue analizar los procesos de planeación del manejo, en tres Parques Nacionales Naturales traslapados en la región amazónica colombiana de tal forma que se evidencien cuáles son los métodos más pertinentes y efectivos para abordarlo, ya que a pesar de la aparente compatibilidad entre las dos figuras de ordenamiento del territorio, en la realidad, existen diferencias conceptuales y jurídicas que dificultan su gestión y efectivo manejo. Las áreas seleccionadas fueron: (i) PNN La Paya: Parcialmente traslapado con resguardos Murui, Siona, Kichwa y Coreguaje; (ii) PNN Cahuinarí traslapado totalmente con territorio ancestral Miraña – Bora (distribuidos en dos grandes resguardos: Predio Putumayo y Mirití Paraná) y (iii) PNN Yaigojé – Apaporis, traslapado con el resguardo del mismo nombre y mismo polígono de delimitación.
Metodológicamente se hizo análisis del discurso sobre los instrumentos de manejo (Planes de manejo o Regímenes especiales de manejo) de dos vigencias de las tres áreas protegidas escogidas y observación participante en espacios con equipos de las áreas y autoridades indígenas. Las categorías de análisis fueron: (i) Niveles de participación de la autoridad indígena en la formulación del documento y en general en las decisiones de manejo. (ii) Mención y lugar (importancia) de los aspectos culturales del territorio en el documento. (iii) Inclusión de los usos del territorio por parte de las comunidades como parte de las intenciones de conservación. (iv) Hitos de gobernanza compartida referenciados en el documento y finalmente (v) Desarrollo de los temas estructurales para la coordinación en el plan estratégico. El análisis evidencia la importancia de la participación de los indígenas en el instrumento de manejo en todos sus componentes y principalmente en definición de las prioridades de conservación del área protegida a través de espacios de coordinación con Parques Nacionales, con el fin de generar legitimidad, corresponsabilidad sobre intereses comunes que van más allá de la biodiversidad, que den cuenta de la complejidad del territorio y que permitan implementar, estrategias de manejo intercultural, basadas en principios de relacionamiento.
Es clara también la necesidad de desarrollar a fondo, las implicaciones que tiene el derecho al uso material e inmaterial de los pueblos indígenas dentro de las áreas protegidas, y cómo este se entrelaza con el diseño de las estrategias de conservación. Este tipo de áreas exigen de parte de la institucionalidad, flexibilidad y creatividad para comprender la complejidad de un ordenamiento dinámico, regido por normas basadas en su cosmovisión, pero además debe atender las problemáticas de un mundo articulado a la economía de mercado en un país productor de materias primas y con conflicto armado.
Lo que vemos a través de la coordinación entre autoridades indígenas de carácter especial y la autoridad ambiental de Parques Nacionales Naturales son realmente novedosos mecanismos de gobernanza, que es necesario dinamizar con estrategias más pertinentes que incorporen el uso y sean laboratorios de sostenibilidad para la región. Para esto ya se tienen grandes avances en reconocimiento de derechos, instancias políticas y metodologías particulares para planeación del manejo, sin embargo, falta celeridad en las acciones de manejo. Se sugiere contemplar la inclusión de categorías V y VI de la UICN al sistema de parques Nacionales, ya que las características de manejo de varias de las áreas traslapadas exigen estrategias que están más cercanas a dichas categorías y darían mayor efectividad y bienestar social.
Las áreas protegidas traslapadas deben articularse a un mecanismo de mayor envergadura (como la reciente iniciativa de política deforestación neta cero) que busque el ordenamiento ambiental de la Amazonia, propendiendo por economías menos extractivas y con mayores posibilidades de dar valor agregado a la conservación. Si no es así, la estrategia de área protegida es insuficiente para garantizar la integridad del territorio y mantenimiento de sus valores culturales.
Aunque en Colombia se ha avanzado en reconocer el papel de la autoridad indígena en un área protegida, este reconocimiento no es suficiente. Las amenazas de “gran escala” como la minería ilegal o la deforestación, ponen en riesgo la estructura social y la base natural que sostienen los valores culturales, así que la cultura necesita ser fortalecida y protegida pues en muchas ocasiones es más frágil que la biodiversidad. La generación de información conjunta sobre las prioridades integrales de las áreas es parte de ese fortalecimiento cultural
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http://www.uci.ac.cr/Biblioteca/Tesis/PFGMGAP11.com
Las áreas protegidas de carácter nacional en Colombia, pueden traslaparse parcial o totalmente con resguardos, figura de propiedad colectiva de la tierra para pueblos indígenas. Dicha situación, genera particularidades en el manejo, ya que esta confluencia, implica la presencia de dos autoridades en el territorio, Parques Nacionales Naturales como autoridad ambiental y la organización indígena como autoridad pública de carácter especial que le da autonomía en su jurisdicción. Esta confluencia territorial, trae consigo dos aspectos fundamentales que diferencian el manejo en estas áreas respecto de las tradicionales sin traslape. El primero es que los objetivos de conservación incorporan elementos culturales como parte de su razón de protección, y el segundo es que allí resulta imposible aplicar las restricciones al uso que se tienen en un área deshabitada pues irían en contra de los derechos territoriales, culturales y políticos que tienen los pueblos indígenas en su territorio.
Estas diferencias, generan particularidades en la forma de planear el manejo y de implementarlo en las áreas. El objetivo de este trabajo fue analizar los procesos de planeación del manejo, en tres Parques Nacionales Naturales traslapados en la región amazónica colombiana de tal forma que se evidencien cuáles son los métodos más pertinentes y efectivos para abordarlo, ya que a pesar de la aparente compatibilidad entre las dos figuras de ordenamiento del territorio, en la realidad, existen diferencias conceptuales y jurídicas que dificultan su gestión y efectivo manejo. Las áreas seleccionadas fueron: (i) PNN La Paya: Parcialmente traslapado con resguardos Murui, Siona, Kichwa y Coreguaje; (ii) PNN Cahuinarí traslapado totalmente con territorio ancestral Miraña – Bora (distribuidos en dos grandes resguardos: Predio Putumayo y Mirití Paraná) y (iii) PNN Yaigojé – Apaporis, traslapado con el resguardo del mismo nombre y mismo polígono de delimitación.
Metodológicamente se hizo análisis del discurso sobre los instrumentos de manejo (Planes de manejo o Regímenes especiales de manejo) de dos vigencias de las tres áreas protegidas escogidas y observación participante en espacios con equipos de las áreas y autoridades indígenas. Las categorías de análisis fueron: (i) Niveles de participación de la autoridad indígena en la formulación del documento y en general en las decisiones de manejo. (ii) Mención y lugar (importancia) de los aspectos culturales del territorio en el documento. (iii) Inclusión de los usos del territorio por parte de las comunidades como parte de las intenciones de conservación. (iv) Hitos de gobernanza compartida referenciados en el documento y finalmente (v) Desarrollo de los temas estructurales para la coordinación en el plan estratégico. El análisis evidencia la importancia de la participación de los indígenas en el instrumento de manejo en todos sus componentes y principalmente en definición de las prioridades de conservación del área protegida a través de espacios de coordinación con Parques Nacionales, con el fin de generar legitimidad, corresponsabilidad sobre intereses comunes que van más allá de la biodiversidad, que den cuenta de la complejidad del territorio y que permitan implementar, estrategias de manejo intercultural, basadas en principios de relacionamiento.
Es clara también la necesidad de desarrollar a fondo, las implicaciones que tiene el derecho al uso material e inmaterial de los pueblos indígenas dentro de las áreas protegidas, y cómo este se entrelaza con el diseño de las estrategias de conservación. Este tipo de áreas exigen de parte de la institucionalidad, flexibilidad y creatividad para comprender la complejidad de un ordenamiento dinámico, regido por normas basadas en su cosmovisión, pero además debe atender las problemáticas de un mundo articulado a la economía de mercado en un país productor de materias primas y con conflicto armado.
Lo que vemos a través de la coordinación entre autoridades indígenas de carácter especial y la autoridad ambiental de Parques Nacionales Naturales son realmente novedosos mecanismos de gobernanza, que es necesario dinamizar con estrategias más pertinentes que incorporen el uso y sean laboratorios de sostenibilidad para la región. Para esto ya se tienen grandes avances en reconocimiento de derechos, instancias políticas y metodologías particulares para planeación del manejo, sin embargo, falta celeridad en las acciones de manejo. Se sugiere contemplar la inclusión de categorías V y VI de la UICN al sistema de parques Nacionales, ya que las características de manejo de varias de las áreas traslapadas exigen estrategias que están más cercanas a dichas categorías y darían mayor efectividad y bienestar social.
Las áreas protegidas traslapadas deben articularse a un mecanismo de mayor envergadura (como la reciente iniciativa de política deforestación neta cero) que busque el ordenamiento ambiental de la Amazonia, propendiendo por economías menos extractivas y con mayores posibilidades de dar valor agregado a la conservación. Si no es así, la estrategia de área protegida es insuficiente para garantizar la integridad del territorio y mantenimiento de sus valores culturales.
Aunque en Colombia se ha avanzado en reconocer el papel de la autoridad indígena en un área protegida, este reconocimiento no es suficiente. Las amenazas de “gran escala” como la minería ilegal o la deforestación, ponen en riesgo la estructura social y la base natural que sostienen los valores culturales, así que la cultura necesita ser fortalecida y protegida pues en muchas ocasiones es más frágil que la biodiversidad. La generación de información conjunta sobre las prioridades integrales de las áreas es parte de ese fortalecimiento cultural
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